En una bella y extraordinariamente bien filmada escena de La familia Chechena, vemos a Abubakar, el padre de esta familia, bailando frenético una zkir, la danza ritual de los sufíes chechenos. Más que un baile se trata de una especie de mantra hipnótico, una secuencia de movimientos repetitivos con música monótona que conducen a un trance extático. 

Para Abubakar, las zkir son un modo de exorcizarse de Rusia tras largos años de ocupación. El proyecto de Martín Solá es filmar una trilogía de naciones no consideradas como países libres y soberanos, subyugados por un invasor, y ver las distintas maneras de resistencias que tienen esos pueblos ante su opresor. Primero fue la lucha armada en Hamdan (2013) sobre un líder palestino de Al-Fatah, ahora en Chechenia sobre la oposición a través de la fe religiosa, y la próxima será en el Tibet con el amor de una pareja de recién casados. Solá no pierde su tiempo en explicar estos conflictos históricos sino centrarse en el espacio físico de la ocupación, y en la manifestación material de esa rebelión. Porque en esa danza se concentran graníticos todos esos años de impotencia y dolor más que en cualquier reflexión geopolítica.
– Jorge Morales

Categoría: Panorama Internacional
Director: Martín Solá
Guión: Martín Solá
Productor: Guillermo Pineles, Martin Solá, Gustavo Schiaffino y Omar Mustafá
Fotografía: Gustavo Schiaffino
Montaje: Lorena Moriconi y Martin Solá
Sonido: Jonathan Darch y Omar Mustafá
Duración: 60‘
Argentina - Rusia, 2015

Esta película se presenta en el marco del Festival Internacional de Documentales de Santiago, FIDOCS.

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