Estados Unidos - 1986
Pueblo tranquilo, cercos bajos, jardines cuidados. Y en medio del pasto, una oreja humana recorrida por hormigas. Es el perturbador comienzo de esta película, una de las mejores de David Lynch, el maestro de indagar en la perversión, extrañeza y horror de la América profunda. Lynch no fue el único que se lució en el filme: Dennis Hopper logró una actuación magistral para un personaje aterrador. 

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