Curado por Paula Solimano, el proyecto recorre desde el desierto florido en el norte hasta los hielos australes, a través de la mirada de tres fotógrafos chilenos: Tomás Westenenk, Nay Jiménez y Cristián Aninat. Todas las fotos fueron tomadas con un iPhone 17 Pro Max.

Un viaje que es, al mismo tiempo, una exploración de la geografía chilena y un descenso a los paisajes del inconsciente. Esa es la idea tras “Los ojos del territorio”, una nueva exposición fotográfica que documenta el recorrido de tres artistas chilenos por el país, armados únicamente con un iPhone 17 Pro Max.

El proyecto, subtitulado “Despertar en sueños”, reúne a los fotógrafos Cristián Aninat, Nay Jiménez y Tomás Westenenk, bajo la curatoría de Paula Solimano. Más que una bitácora de viaje, la muestra busca explorar cómo una herramienta cotidiana puede capturar la esencia onírica del paisaje. “Es una mezcla entre la realidad y el sueño”, dijo en a La Tercera el fotógrafo Cristián Aninat, “donde lo visible y lo imaginario se mezclan, se confunden, se entrelazan”.

La curadora y jefa de Museografía y Exposiciones en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Paula Solimano, explica que la exposición busca deliberadamente “vincular los territorios externos, como los paisajes naturales, con los territorios internos, como una idea del inconsciente”. Los fotógrafos, que también tienen formaciones como directora de arte (Jiménez), gestor cultural (Aninat) y arquitecto (Westenenk), empujan los límites de lo documental para crear “realidades inventadas”.

Según Solimano, “cada fotógrafo propuso un lugar por sus sensibilidades particulares”. Nay Jiménez eligió el norte y el Desierto Florido para “conectarse con su memoria” y su tierra natal. Tomás Westenenk propuso Valparaíso, interesado por “el caos de las ciudades” y sus “dinámicas urbanas”. Y Cristián Aninat escogió la Patagonia, buscando “lo líquido en el paisaje” y reconectando con una “carga súper potente” de su infancia en el sur.

El eje central de la experiencia fue el uso del iPhone 17 Pro Max como herramienta de trabajo. Para los tres profesionales, acostumbrados a equipos voluminosos, el cambio al nuevo teléfono de Apple fue toda una revelación.

“Nay, Tomás y Cristián recorren Chile con una herramienta liviana e inmediata. Sus fotos, como pensamientos, unen interior y exterior y muestran en tiempo real cómo perciben lo que ven. Más que registrar el país “tal como es”, se adentran en él como en un inconsciente, explorando territorios que, aunque nos resulten propios y familiares, siempre guardan algo lejano, asombroso y esquivo”

— Paula Solimano, curadora.

Cristián Aninat (Santiago, 1984) es fotógrafo, gestor cultural y publicista, con una trayectoria que combina estudios de arquitectura, publicidad y arte para desarrollar un lenguaje visual propio, buscando un equilibrio entre estética y experiencia.

Nay Jiménez (1989) es fotógrafa, publicista y fundadora de Fruta Studio, un estudio creativo dedicado a la producción de contenido visual para marcas y redes sociales. Desde sus inicios, se ha destacado por su enfoque en la estética, el color y la creatividad, colaborando con grandes marcas.

Paula Solimano (Maryland, 1991) es una curadora, historiadora y crítica de arte chilena-estadounidense. Su carrera se ha desarrollado entre Santiago y Nueva York, donde ha trabajado en importantes proyectos curatoriales internacionales, explorando temas como pertenencia, afecto y prácticas comunitarias en el arte contemporáneo. Ha sido curadora en la Colección Ca.Sa y Cindy Rucker Gallery.

Tomás Westenenk (1985) es arquitecto y fotógrafo, conocido por su trabajo en fotografía aérea y minimalista. Su formación en arquitectura le ha dado un ojo agudo para la composición y diseño visual, combinando estas habilidades para capturar la belleza en la vida cotidiana y espacios urbanos desde perspectivas poco comunes.

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Los fotógrafos Cristián Aninat, Nay Jiménez y Tomás Westenenk.

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