En el marco de la 17 Bienal de Artes Mediales de Santiago, Hiperrealidades, la muestra de Iván Navarro reúne esculturas, objetos, videoclips y performances del reconocido artista chileno. Una exposición que revisita la relación entre arte y música under en Chile durante los años 80, entendida como resistencia política y espacio de creación colaborativa.

Casi al unísono de las Jornadas de Protesta Nacional que comenzaron el 11 de mayo de 1983 como manifestaciones civiles contra la dictadura de Pinochet, hijos de exiliados y jóvenes de distintas disciplinas y estratos socioeconómicos crean en clandestinidad fiestas “new wave”. Encuentros artísticos donde la música, la danza, el teatro, la performance, la moda y las artes visuales se cruzan a punta de autogestión.  Sabido son los espacios como El Trolley (1983-1988) y el garage internacional Matucana 19 (1985-1991), que impulsados por Pablo Lavín y los Hermanos Rosa y Jordi Lloret respectivamente, abren estas locaciones a vecinos, cogoteros, travestis, estudiantes, artistas y todo quién quisiera aportar para mejorar el clima con sus saberes artísticos sin exclusión.  

A partir de ahí surge una generación autodidacta que comparte sus instrumentos, cámaras de video, aprende de iluminación, sonido, gráfica, diseño teatral. Organiza ollas comunes, y trabaja duramente para levantar obras y conciertos que financien sus próximos pasos con sentido de pertenencia. 

Ese espíritu de colaboración e interdisciplina es lo que el artista Iván Navarro (Santiago, 1972) y su sello Hueso Records (Brooklyn, 2005) quieren rescatar durante la exposición Penumbra. Donde instituciones culturales, proyectos de arte y de música, diseñadores, djs, artistas y periodistas, hacen posible esta exposición que conecta con obras lumínicas, discos, videos, conciertos y conversaciones en el contexto de la 17° Bienal de Artes Mediales de Santiago.  “Aplaudo el poder de esa generación que reunió poesía, música, artesanía, danza, teatro y artes visuales y logró fluir conjuntamente. Creo que es la manera más genuina y efectiva de expresar el arte, y se antepone al modelo colonizador y europeo de exponer dentro de “un cubo blanco”. Formato que nos llegó de los museos tradicionales donde se tiende a separar los campos artísticos. Con Penumbra trato de recordar ese espíritu donde todo se mezcla, todos colaboran y traer de vuelta creaciones que no vieron la luz durante la dictadura”, comenta Navarro. 

Todo se dará cita en la Sala de Artes Visuales GAM, con esculturas, objetos, videoclips y performances del reconocido artista chileno, entre las que se cuentan las icónicas instalaciones “Linterna: No soy de aquí, Ni soy de allá” (2006), “Enterrar y Callar” (2013), “Farándula de charlatanes” (2013), “Break, Crack, Crash, Crush, Hit, Kick, Knock, Scratch, Smack” (cymbal) (2017). El video “Tierra sin Tierra” (2023), la instalación “The Music Room IV” (2017), en colaboración con la artista Courtney Smith y la colección de Hueso Records “Compilation 1” (2023). 

“La obra de Iván Navarro utiliza la luz como materia escultórica y dispositivo crítico. A través de estructuras de neón y juegos de reflejos, el artista genera ilusiones de profundidad que cuestionan la percepción del espacio y, al mismo tiempo, activan lecturas políticas vinculadas a la memoria. En esta versión de Hiperrealidades, su investigación dialoga con la curaduría al situar la luz como mediación sensible entre lo tecnológico y lo social”, comenta el curador de la 17 BAM - Hiperrealidades, Nicolás Oyarce.

Iván Navarro Carvacho

Chile

Artista

Entre los años 1991 y 1995 estudió Licenciatura en Artes en la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde fue alumno de artistas como Eugenio Dittborn, Eduardo Vilches y del crítico de arte y curador Justo Pastor Mellado (1949-). En 1997 viaja a Nueva York para completar su formación artística, lugar desde el cual ha proyectado una exitosa carrera. Su obra forma parte de importantes colecciones públicas y privadas en varios lugares del mundo y ha estado presente en numerosas exposiciones internacionales. Ejemplo de esto es su participación el 2009 en la Bienal de Venecia, como primer representante nacional del pabellón chileno.

El trabajo de Navarro reflexiona sobre la historia reciente, explorando la dimensión estética y política de la electricidad, principalmente por medio de esculturas e instalaciones que utilizan materiales industriales como luces fluorescentes, neones y espejos. Además de la producción de su obra, ha curado exposiciones en solitario o junto a su hermano Mario Navarro y ha ejercido como productor musical a cargo del sello experimental Hueso Records.

El artista reside y trabaja en Nueva York, Estados Unidos.

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