Tú caminas sin parar y yo me pierdo cosas vivas

«Bajé por espacio y aires / y más aires, descendiendo, / sin llamado y con llamada / por la fuerza del deseo / […] y arribo como la flecha / éste mi segundo cuerpo / en el punto en que comienzan / Patria y Madre que me dieron».

¿Qué hace que estos versos mistralianos den paso a una obra en escena? Camila Cannobbio y Daniela López buscan crear un cruce entre el paisaje natural de la geografía chilena, y el paisaje de la anatomía corporal y eso lo materializan en Tú caminas sin parar y yo me pierdo cosas vivas.

El montaje imprime una mirada ecológica de la poeta, cuyo texto –y en particular el verso del poema La chinchilla, que titula la obra– se presenta como una guía para la configuración del imaginario corporal, visual, sonoro y narrativo de la obra, y no como una adaptación literal del poema. En la obra, Chile se va enlazando de norte a sur y de afuera hacia dentro por medio de escenas que recorren desiertos, pieles, montañas, huesos, ríos, arterias y nervios para intentar reconstruir un cuerpo-país.

"Teníamos el deseo de hacer una interpretación del texto de Mistral que no fuese una versión infantil, sino que rescatar su mirada vanguardista para la época en que se escribió, donde ya aparece un imaginario post-humano, una preocupación por la alteridad, y por cómo los cuerpos humanos nos relacionamos con esa naturaleza que siempre nos desborda" , afirman las directoras Camila Cannobbio y Daniela López.

Según sus creadores, el público se embarcará en un viaje a través de cinco escenas "geocorporales" que evocan el desierto (la piel), un torrente de ríos (el sistema circulatorio), una cordillera (la columna vertebral), un bosque subterráneo (el sistema nervioso) y una niebla espesa (la respiración) que difumina el paisaje. Todo, en un collage de imágenes y sensaciones que combinan artes escénicas, mediales y diseño sonoro.

"Creemos que es importante la reflexión a la que invita la obra desde dos líneas principales: por un lado, concebir que dentro de nuestros cuerpos también existen distintos territorios, así como los fenónemos naturales también pueden ser entendidos como cuerpos que articulan este país. En segundo lugar, nos parece importante relevar el libro de Mistral, no solo por la belleza de su escritura, sino también por la crítica ecológica plasmada en cada palabra. Mistral es una adelantada a su época que logró percibir y plasmar ese cruce que hoy muchas corrientes de pensamiento desarrollan en torno a cómo habitar el planeta", agregan las directoras.

Mistral dedicó más tiempo que ninguna obra a Poema de Chile. En 131 poemas hace un recorrido de norte a sur donde la poeta se reencuentra con ese país que dejó, se aproxima a su esencia y a la vez, se despide, convirtiéndose en una obra póstuma, catalogada como una "compleja herencia poética mistraliana".

Dirección: Camila Cannobbio y Daniela López Peña | Creación e interpretación: Ignacia Agüero, Dian C. Carvajal, Nibaldo Manríquez, Álvaro Pizarro, Tomás Riveros | Diseño Integral: Manuela Mege | Diseño Sonoro: Andrea Gana (Yadak) | Diseño Multimedia: Matías Carvajal | Asistencia Diseño Sonoro:Laura Vila | Asistencia Multimedia: Renata Araya | Asistencia escénica: Ayleen López | Asesoría teórica: Pablo Chiuminatto y Cristian Foerster | Confección de vestuario: Paloma Avendaño | Voz en off: Anita Reeves | Prensa: Claudia Palominos | Obra realizada con el apoyo de la Escuela de Teatro y de la Dirección de Artes y Cultura, Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia Universidad Católica de Chile.