Una nueva interferencia llega a GAM a cargo del proyecto paralelo del cantautor Fernando Milagros a dúo con Spec (ex Matanza). Una experiencia de electrónica y sonoridades inmersivas que se presentará tras una residencia de creación que promete ritmos y baile.

La segunda fecha de Interferencias 2 trae nuevamente experimentación y residencia creativa. Fernando Milagros, artista, diseñador teatral, es uno de los cantautores nacionales más destacados de su generación y vuelve a GAM con su proyecto Atalaya, que lo une al productor y compositor viñamarino Spec (Luis Gálvez, del grupo Matanza).

El proyecto, nacido en pandemia por las inquietudes y exploraciones musicales de Milagros, acerca los códigos de la electrónica y el folclor sudamericano. Su primera colaboración se plasmó en el tema "Aguasanta" del disco Obsydiana (2022), y en adelante han continuado el trabajo con el EP La sed, en 2023. "Juntos profundizan un sonido que ellos llaman 'glocal', a partir de timbres acústicos, ritmos de raíz y voces que se filtran a través de la tecnología y cuya vocación esencial es el baile", señala Marisol García, curadora del proyecto Interferencias.

Atalaya plantea su residencia en GAM como una experiencia convocante, tanto a otros músicos invitados, como al equipo técnico y artístico que apoyará el diseño visual y de luces, especialmente creado para la cita. Dicen: "Nuestro objetivo es integrar y cruzar las disciplinas de la música electrónica y acústico-folclórica con la puesta en escena, de manera teatral, de un espectáculo audiovisual. Pensamos en un concierto con un guión visual, lo más en 360° posible…". A lo que Fernando Milagros agrega: "Hace rato que tengo ganas de integrar mi parte musical con mi parte diseñador escénico y en este proyecto recién estoy logrando desarrollar un relato que une mis dos oficios". 

En esta nueva fecha del proyecto Interferencias 2, GAM busca innovar en la creación y puesta en escena de la música chilena. Músicos y artistas realizan una residencia creativa días previos a la apertura de proceso en espacios nuevos, con invitados que ocupan temporalmente la sala de conciertos, el estudio de grabación y también lugares inesperados.

“Esta será experiencia musical, lumínica y escénica, llena de ritmos en donde mezclamos sonidos locales y cercanos al folclor con materialidades sintéticas y electrónicas. Algo que llamamos sonido GLOCAL (global+local)”

— Atalaya.

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