• Casi medio siglo estuvo desaparecido el mural de arpilleras que las bordadoras de Isla Negra hicieron para el edificio que hoy alberga a GAM. Hoy es devuelto por el senador Guido Girardi, que lo había adquirido en los años 80 en el Persa Bío Bío.
  • La arpillera volverá a ser exhibida en forma permanente en el centro cultural. Para ello, GAM se encuentra en conversaciones con el Centro Nacional de Conservación de Recoleta Dominica para la restauración de la obra.
  • El 28 de mayo la obra será llevada a Isla Negra, gracias a un compromiso de GAM con Fundación Eladio Sobrino, para que las dos últimas bordadoras vivas puedan reencontrarse con su trabajo.

Hace 47 años, 18 de 35 obras de arte originales desaparecieron del edificio que hoy cobija al Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), incluyendo un mural de arpilleras que las bordadoras de Isla Negra confeccionaron para ser exhibido en el recinto.

El 14 de mayo el senador Guido Girardi entregó al Estado de Chile y en comodato a GAM la obra que adquirió en los ’80 en el Persa Bío Bío dividida en cuatro partes y sin conocer sus orígenes. Se percató que tenía en su poder el mural de 7 metros de largo por 2.20 de alto confeccionado por 10 artesanas y bautizado como “Bordadoras de Isla Negra”, que ocupó un destacado lugar del mítico edificio.

Con esto, la pieza regresará para ser exhibida de manera permanente en el GAM, después de ser restaurada. El GAM se encuentra en conversaciones con el Centro Nacional de Conservación y Restauración de Recoleta Dominica para su colaboración en la restauración de la obra.

La tela formó parte de las obras integradas funcionalmente al edificio construido para albergar a la UNCTAD-III (III Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo en el Tercera Mundo) a celebrarse en Santiago de Chile en 1972. La inclusión de las Bordadoras de Isla Negra se debió al reconocimiento internacional de su arte luego de la exposición en el Museo de Bellas Artes en 1969, pero también en la búsqueda estética del arte académico comprometido con la época política.

Las bordadoras desarrollaron una técnica y elementos plásticos con gran potencial iconográfico. Realizaron la obra en solo tres meses e incluyeron elementos habituales de su localidad y de sus propias historias personales. Esa gran tela harinera que fue bordada en paños individuales que construían un corte de Chile desde el mar a la cordillera, los que fueron unidos de forma colectiva.

Allí se desplegaron motivos claramente reconocibles de la vida de trabajadores y trabajadoras del campo, la ciudad, el mar y la minería cuya fuerza se trama en el color y en las estrategias diferenciadoras de cada una de las bordadoras. Los personajes eran habitantes reales y reconocibles de Isla Negra, incluyendo a un Pablo Neruda cazando mariposas.

“Las arpilleras podrán ser disfrutadas por las más de 100 mil personas que mensualmente visitan GAM, como lo soñaron las bordadoras cuando las hicieron”, destacó Felipe Mella, director ejecutivo del GAM. Además, destacó: “Hemos trabajado mucho en relevar la colección de GAM. Se restituyó, gracias a un trabajo con la Bienal de Artes Mediales y Jemo, ‘El cuarto mundo’, escultura desaparecida de Carlos Ortúzar; el Mono González reinterpretó la obra original de Guillermo Núñez; hemos homenajeando a Eduardo Guerra; creado una museografía bilingüe; y lanzamos un archivo digital. Recuperar las arpilleras, una obra colaborativa hecha por un colectivo femenino, era indispensable para nosotros en ese contexto”.

El anuncio del hallazgo incluyó también la firma de un contrato de comodato a través del cual el senador Girardi entrega la obra textil a la Corporación Centro Cultural Gabriela Mistral, para que pase a complementar las obras artísticas otorgadas en concesión por el Estado de Chile.

El 28 de mayo, la obra viajará hasta Isla Negra por el compromiso adquirido entre GAM y la Fundación Eladio Sobrino, institución que vela por la preservación del patrimonio histórico, cultural y ambiental de la localidad. Así, las arpilleras volverán a encontrarse con las dos últimas bordadoras que se encuentran vivas y que crearon esta obra hace 47 años. La comitiva incluirá a expertos restauradores del Museo de Arte Popular Americano, MAPA.

“Recuperar las arpilleras, una obra colaborativa hecha por un colectivo femenino, era indispensable para nosotros en ese contexto”

— Felipe Mella.

El hallazgo

En 2015 el artista visual Bruno Salas realizó el documental “Escapes de gas", en el que relata la historia del edificio UNCTAD III, donde resalta el espíritu colectivo que forjó la icónica edificación y muestra con detalles muchas de las obras de arte perdidas.

Antonia Girardi -hija del senador Guido Girardi- vio el documental y algunas imágenes le parecieron familiares. “Lo había visto antes, pero sólo al verlo nuevamente encontré que el diseño de un mural exhibido en el hall principal del edificio era similar a tres arpilleras que adornaban la casa de mi padre”, relata la investigadora. Antonia le contó su hallazgo al senador y éste, al ver el documental y observar la imagen aludida, no tuvo dudas: las tres arpilleras -más una cuarta, aún guardada- eran el gran mural “Bordadoras de Isla Negra”.

El senador relata que, en los años 80, cuando estaba por egresar de medicina, “encontré literalmente tirados en una calle del barrio Franklin cuatro arpilleras muy bonitas y las compré en lo que hoy deberían ser unos 50 mil pesos”. El parlamentario recuerda que se las llevó a su casa donde enmarcó tres y las exhibió en lugares destacados de la residencia. La cuarta quedó a la espera de un espacio adecuado.

Al enterarse del origen del textil, Girardi dice que “primero sentí sorpresa, luego rabia y tristeza. Si en plena dictadura me encontré con este verdadero tesoro patrimonial, quiere decir que quienes se apoderaron del edificio arrojaron al basurero o desecharon ésta y otras obras de gran relevancia”.

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