Sin título (bebederos de agua)
Luis Mandiola
Hormigón, 1972
Esta serie de bebederos se encuentra en los espacios abiertos del centro y es otra de las obras de arte funcional especialmente creadas en 1972.
Tres de los bebederos de agua continúan cumpliendo su función original para los visitantes.
Luis Mandiola Uribe
(Santiago, 1934).
Escultor, pintor y grabador
Ingresó a la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile en 1957. Fue alumno de Jorge Caballero y más tarde, se desempeñó como su ayudante de la cátedra de pintura.
Se inició como profesor de cerámica del Departamento de Artes Aplicadas de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile y luego como profesor de escultura en la misma institución.
Artista multifacético, persiste en él un interés por incursionar en disciplinas artísticas no tradicionales. En 1955, siendo pintor y dibujante, comenzó a trabajar y experimentar con diversas técnicas cerámicas, más tarde se formó en las técnicas del grabado en el Taller 99 y hacia 1973, continuó con la escultura.
Con gran predilección por la arcilla y el modelado, destaca su amplia producción de piezas cerámicas. Sorprendió a fines de la década del ochenta, al utilizar una combinación de resina y fibra de vidrio para sus esculturas, un desconocido material que modeló con maestría obteniendo efectos de tersura, brillantez y delicadeza en forma de grandes cabezas humanas.
En la ejecución de trabajos en volumen, Mandiola deja entrever la fuerte influencia que la gráfica ejerce sobre él, rasgo que ha persistido en esculturas posteriores logradas en materiales tan diversos como madera pintada, ensamblada, piedra y fierro policromado. Ha expresado su propósito de restar importancia al material en beneficio de las formas. Con frecuencia sus esculturas presentan inscripciones o grafismos que recuerdan su origen desde el dibujo.
Distintos periodos en su figuración muestran un hieratismo en sus rasgos esenciales, lo que sería un reflejo de la constante preocupación del autor por el hombre y sus sentimientos de soledad y angustia. En algunas composiciones de hombres y mujeres montados a caballo, denota su interés por el refinamiento y la monumentalidad inspirada en escenas épicas.