Por primera vez se monta en Chile la reescritura contemporánea y turbulenta que la legendaria dramaturga inglesa Sarah Kane hizo del mito de Fedra. Dirige Francisco Krebs y actúa Paola Volpato. 

Hasta su hija y el doctor le advierten que ha elegido mal al enamorarse de un tipo desagradable, ocioso, que pasa la vida esperando que algo lo remueva, mientras mira videos, se masturba y tiene sexo con un montón de personas que maltrata después de meterse con ellas. Pero de todas formas Fedra se declara con insistencia a Hipólito, su hijastro. ¿Y cómo responde él? Diciéndole que no esté enamorada, que no le gusta o que “Si culiamos, nunca volveremos a hablar”.

La dramaturga inglesa Sarah Kane estrenó en 1996 El amor de Fedra. En ella reescribió el mito que antes habían abordado autores como Eurípides, Séneca, Jean Racine y Miguel de Unamuno. Mantuvo los ejes: La princesa Fedra se enamora de su hijastro y venga su rechazo suicidándose después de escribir una carta en que lo acusa de haberla violado. Pero en su versión contemporánea transformó al secundario e inmaculado Hipólito del mito en un protagonista despreciable, profundizó en los personajes femeninos y llevó toda la acción a escena, donde el protagonista se monta sobre un Ford modelo Oldsmobile Omega de 1973.

Incesto, suicidio, violación, castración y parricidio. Todo ocurre a la vista del público y salpica a los personajes e instituciones que quedan devastadas en la obra. “Hoy el acceso al consumo de violencia y pornografía está al alcance de un click. No es algo que debería perturbar. Creo que la mayor crueldad, provocación y violencia está puesta en la manera como retrata las relaciones humanas. En cómo cuestiona, desde un escepticismo y una desesperanza absoluta, los vínculos más profundos que un ser humano puede sentir”, dice el director Francisco Krebs (Déjate perder, Santiago High Tech).

El amor de Fedra es el segundo texto de la dramaturga que se consolidó como una de las autoras más polémicas y relevantes de los últimos años, a pesar de alcanzar a escribir solo cinco obras antes de suicidarse en 1999, a los 28 años, usando los cordones de sus zapatos. “Escribo la verdad, y eso me mata", dijo.

Una comedia sobre amor, fe y depresión, así describió la misma Kane a esta obra. La dramaturga actualizó el texto incluyendo referencias a la familia real inglesa, retratando un mundo consumista, viciado y vacío, corrompido por el poder, el deseo y la violencia. Y aunque el texto tiene casi 20 años, a Krebs le parece que sigue funcionando como una metáfora de los desequilibrios de la sociedad. “Lo que hace con el personaje de Hipólito es dejar ver los hilos que cruzan las relaciones entre los poderosos, el poder del estado, de la iglesia, de la medicina. Este personaje que es capaz de cuestionar las instituciones es muy propio de la pérdida de confianza que hay hoy en la ciudadanía. Sarah Kane lo que hace finalmente es cuestionar todas las instituciones, quitarles el piso y dejarlas solamente en la cáscara”, dice Francisco. Este estreno es una coproducción de su compañía, GAM y el British Council. 

Dirección Francisco Krebs
Dramaturgia Sarah Kane
Traducción Freddy Araya
Elenco Paola Volpato, Daniela Ramírez, Rodrigo Soto, Juan Pablo Miranda, Freddy Araya, Felipe Zepeda
Coro Álvaro Villanueva, Manuela Opazo, Rodrigo Salazar, Francia Beltrán, Mauricio Flores, Sebastián Moya
Música y Diseño sonoro Alejandro Miranda, Germán Loyola 
Diseño vestuario Rocío Hernández
Implementación audiovisual y videos Rodrigo Leal, Camilo Ramírez y Gabriela Lazcano 
Fotografía Martín Edwards
Fotografía y Teaser Andrés Lagos
Diseño escenográfico Pablo de la Fuente
Diseño iluminación Yury Canales
Pintura Guillermo Lorca
Community Manager Rodrigo Aro
Producción Alessandra Massardo

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