Inspirada en la historia de Colonia Dignidad, este thriller de ciencia ficción aborda temas como el trauma, la venganza y la impunidad. La actriz Daniela Contreras-López y el cineasta Edison Cájas llevan a escena la segunda parte de su “trilogía del horror”, en la historia de dos niños abducidos durante su estadía en una secta en el sur de Chile.

Un chofer de bus asegura haber sido abducido mientras atraviesa el desierto de Atacama. Una madre busca a su hija secuestrada. Una mujer se reencuentra con su madre después de treinta años de desaparición. A través de estas tres historias paralelas vamos urdiendo la historia de una venganza en esta obra que explora los límites de la realidad y la pesadilla.

Sprinter retrata la historia de los abusos cometidos en Colonia Dignidad, en una obra universal de humanidad y redención. El montaje explora el horror en la infancia y sus alcances en la adultez, ofreciendo una experiencia que combina los códigos del cine y el teatro.

En escena, Tomás Pablo Urzúa, Patricia Cuyul, Viviana Herrera y Luz Jiménez, construyen una historia coral en la que un accidente de bus reúne a ocho voces que indagan en un evento traumático del pasado. "El público se encontrará con un thriller y un viaje por 60 años en el que los personajes tienen la posibilidad de redimirse y perdonarse frente al dolor y la impunidad. El dispositivo de la obra combina tres temporalidades que se van fusionando con la historia de una abducción extraterrestre y un crimen aún no resuelto", comenta su codirector, Edison Cájas.

"El mayor desafío de este montaje fue encontrar un lenguaje y un código atractivo que pudiese servir como puente para narrar temáticas relativas a los abusos en Colonia Dignidad. Para nosotros era muy importante encontrar la forma de relatar ciertos hechos y cómo llevarlos a cabo en escena. Una vez que encontramos el formato de thriller, pudimos encontrar, al mismo tiempo, un camino para abrir la discusión", agrega Daniela Contreras-López.

El Núcleo Creativo CC ha abordado por años temáticas de Memoria y Derechos Humanos, investigando la represión durante la dictadura y el horror en lugares como Colonia Dignidad. Esta búsqueda derivó en el primer acercamiento a la obra, a través de BAVIERA, una apuesta digital realizada en pandemia que es la antesala de Sprinter. "Ahí es cuando comenzamos a plantearnos el desafío de retratar estas temáticas hoy, con todas las crisis que ha tenido el país, en un lenguaje atractivo y vanguardista“, cuenta Contreras-López.

"Colonia Dignidad es una herida abierta de impunidad y no reparación con las decenas de víctimas chilenas y alemanas que aún esperan justicia. Por eso, los personajes de Sprinter son adultos y no niños. Para instalar la problemática en el presente, para las generaciones venideras y para un Chile del futuro", finaliza Cájas.

Dirección y dramaturgia: Daniela Contreras-López y Edison Cájas | Elenco: Tomás Pablo Urzúa, Patricia Cuyul, Viviana Herrera, y Luz Jiménez | Diseño integral: Nicolás Jofré | Diseño medial: Kristian Orellana | Diseño de vestuario: Fernanda Pailalef | Cinematografía: Gonzalo Rayo | Diseño sonoro: Gonzalo G. Galleguillos | Coproducción: GAM y Núcleo Creativo CC | Colaboración: Teatro Niño Proletario.

“Colonia Dignidad es una herida abierta de impunidad y no reparación con las decenas de víctimas chilenas y alemanas que aún esperan justicia. Por eso, los personajes de Sprinter son adultos. Para instalar la problemática en el presente y el futuro, para las generaciones venideras y un país del futuro”

— Edison Cájas, codirector y dramaturgo.

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