Una reflexión sobre cuerpo y naturaleza desde la danza contemporánea. La nueva apuesta de Compañía Núcleo Blanco comparte miradas ecosomáticas y ecológicas, inspiradas en la relación del cuerpo con elementos minerales y ecosistemas naturales.

"Así como el mar de Tethys unía dos océanos, nuestros cuerpos unen dos reinos, el animal y el vegetal. Si nuestro cuerpo contiene en su interior un medio ambiente externo, entonces pensarse como un paisaje no es un sinsentido alejado. Somos paisajes, Eco y Soma".

Bajo esta premisa de investigación, las coreógrafas Claudia Vicuña y Daniela Marini, abordaban sus primeros ensayos sobre Formas mounstruosas, montaje que pone en valor la naturaleza y propone un viraje hacia un modo diferente de vincularnos con nuestro entorno. Junto al Núcleo de creación interdisciplinar Blanco y siguiendo las nociones teóricas de Marie Bardet y Macarena Bertoni, las intérpretes enfocaron el trabajo en una pregunta base "¿qué es naturaleza?", presentando principios urgentes para sostener su relación con el ser humano: descentrar, no irrumpir, conspirar, pausa, distensión, desposeer, interdepender.

“Como creadoras/es nos inspiran lo mineral y lo vegetal, sus ritmos y formas, llevando al cuerpo la movilidad extraída de la contemplación de distintos medios ambientes (ecosistemas naturales) y los factores que los componen”

— Equipo creativo de Formas monstruosas.

De esta manera, llevan a escena módulos sin progresión, construidos desde el cuerpo, a través de las experiencias vividas en, con y para la naturaleza. En los cuerpos de las intérpretes se unen dos universos, naturaleza interna y externa. Se plantea de esta manera el cuerpo como un integrante más dentro de estos ecosistemas y lo mantienen fuera del centro. "Dado que los humanos dependemos de las plantas para existir pero ellas no de nosotros, si existe un Antropoceno, ¿por qué no un Plantoceno?", añaden.

Formas monstruosas debe su nombre por un guiño a la antigüedad, que denominaba así a las formas naturales complejas que desafiaban la comprensión del mundo. Así, se convierte en un montaje que busca subvertir las formas convencionales en que nos relacionamos con el medio ambiente y nuestro entorno.

La obra tuvo un paso previo por el Teatro La Memoria, como exhibición online de un registro audiovisual realizado por los creadores en zonas de sacrificio de la V región. "La llamada distancia social impuesta en tiempos de pandemia nos restringió y devolvió a nosotra/os misma/os. La incapacidad de salir de nuestros hogares nos alejó de la naturaleza y la ciudad, pero nos dio la posibilidad de iniciar un viaje interno hacia nuestros propios paisajes, no solo los que están en nuestros recuerdos, sino a aquellos paisajes y sonidos que habitan/componen nuestro propio cuerpo. Poder crear desde esta perspectiva nos permite viajar y visitar lo que tenemos dentro, lo que somos, nuestro Soma", finalizan los creadores.
Cocreación: Daniela Marini, Claudia Vicuña, Rodrigo Pérez, Andrés Poirot | Intérpretes: Daniela Marini y Claudia Vicuña | Diseño espacial y lumínico: Andrés Poirot | Diseño de vestuario: César Erazo | Diseño sonoro y producción: Guillermo Ugalde | Asesoría teórica: Marie Bardet y Macarena Bertoni

Instituciones asociadas Facultad de Artes de la Universidad de Chile y Departamento de Danza de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

“Desde el cuerpo, el área que nos convoca, proponemos reflexionar y abrir la mirada a otros posibles que nos permitan virar hacia el crecimiento en colaboración y respeto con/por lx otrx, esperando aportar desde la experiencia estética a las reflexiones individuales y colectivas”

— Claudia Vicuña y Daniela Marini, intérpretes.

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