Música sudamericana para viola y piano será lo que trae el Instituto de Música UC en junio.

En el segundo concierto del año en GAM, el Instituto de Música UC traerá a escena compositores latinoamericanos y los sonidos suaves de la viola y el piano. Georgina Rossi (viola) y Silvie Cheng (piano) interpretarán "Appassionato, cantilena e toccata para viola e piano" de Osvaldo Lacerda (1927-2011), "Mobili" de Juan Orrego-Salas (1919-2019) y el estreno en Chile de la "Sonata para viola e piano" de Brenno Blauth (1931-1993).

“El ambiente íntimo generado por el conjunto de viola y piano nos ofrece un perfecto entorno para observar las variadas formas en que la literatura musical canónica europea se transmite en el lenguaje de los compositores latinoamericanos. Cada compositor nos ofrece un estilo y punto de vista único al amasar la rica herencia musical de su propio país con la inevitable influencia del hemisferio norte.”

— Georgina Rossi, viola.

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Notas al programa

El ambiente íntimo generado por el conjunto de viola y piano nos ofrece un perfecto entorno para observar las variadas formas en que la literatura musical canónica europea se transmite en el lenguaje de los compositores latinoamericanos. Cada compositor nos ofrece un estilo y punto de vista único al amasar la rica herencia musical de su propio país con la inevitable influencia del hemisferio norte.

Tanto Lacerda como Orrego-Salas tuvieron activos lazos con este hemisferio. Los dos compositores recibieron la prestigiosa beca Guggenheim (fondos que los llevaron a realizar estudios en el East Coast de Estados Unidos), ambos estuvieron presentes—en distintos años—en el afamado festival de música Tanglewood, y ambos fueron alumnos de Aaron Copland, experiencia que los posiciona como descendientes directos del linaje musical de Nadia Boulanger. Se observa la influencia de Copland en la eficiencia y limpieza composicional de ambos compositores, aunque es más obvia en Mobili por el estilo modernista cerebral típico de Orrego-Salas, quien adhiere siempre a un rigor académico muy estricto (el compositor es casi arquitectónico por su obsesión con la estructura minuciosa que arma cada movimiento—cabe recordar que se graduó de arquitecto en la Pontificia Universidad Católica). Su estilo disciplinado y austero nunca restringe la expresión. Al contrario, en un fenómeno semejante al de Brahms (quien siempre se amarró a un riguroso y ultra-académico estilo de composición para maximizar la expresión), la cuidadosa estructura que Orrego-Salas crea en cada movimiento fortalece los momentos expresivos, profundizando la emoción y generando momentos profundamente conmovedores.

Lacerda, en contraste, gravita a un estilo que suena mucho más intuitivo y libre, logrando a la vez, con refrescante elegancia, llevar esta personalidad perfectamente con su innegable modernismo, evidente en las melodías y armonías inesperadas que sorprenden al escuchar. El segundo movimiento, titulado Cantilena, es pleno canto, y un buen ejemplo de la combinación de influencias europeas y americanas. El título refiere a una canción de cuna típica italiana, pero al escucharlo, en el volver de la melodía una y otra vez a la triste y enfática tercera menor, se oye algo más: el ‘Spiritual’ ‘Sorrow Song’, lamento cantado tradicional afroamericano.

Cerrando el programa, tenemos la intensa y enérgica Sonata de Brenno Blauth. Originalmente de Porto Alegre, el compositor vivió también en Río de Janeiro y en Sao Paulo, donde fue pupilo de composición de M. Camargo Guarnieri. De Guarnieri pasan a sus manos una multitud de influencias musicales europeas y en particular francesas (Guarnieri estudió composición en París con Charles Kochlin, quien por su parte fue alumno de Massenet y Fauré), pero Blauth intencionalmente dedicó tiempo, dentro de su educación formal, al estudio de la música folclórica brasileña, evidente en toda su obra y particularmente en los elementos rítmicos característicos de su música.

-Georgina Rossi-

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