El mesón de informaciones tradicional, que ocupaba dominaba el hall del edificio B, se trasladó a una nueva y ampliada boletería. Allí se aumentó el espacio de trabajo agregando una superficie útil interior de 10 m2, lo que posibilitó incorporar un espacio rebajado para acoger a personas en sillas de ruedas. 

En la sala B1, usada principalmente para danza, se instalaron nuevas graderías modulares con barandas desmontables, lo que permite que la sala cuente con mayor flexibilidad de modificar la posición del público de acuerdo a los requerimientos de cada montaje.

La sala de teatro N2 tiene ahora una gradería retráctil motorizada, que permitirá modificar el aforo de la sala. Sobre ella se instalaron 47 butacas de fabricación inglesa para acoger de mejor manera al público en un asiento más cómodo.

En la sala N1 se habilitó una plataforma de control en altura para que los técnicos tengan un espacio con mejor visibilidad del escenario. En diciembre también se instalará una gradería retráctil motorizada, pero con 105 butacas nuevas y más cómodas. Al igual que su sala hermana, el cambio le dará mayor flexibilidad al espacio debido a que la gradería, al ser retráctil, permite modificar el aforo de la sala, al recoger o desplegar las filas de butacas.

También la sala de artes visuales tendrá mejoras, sobretodo en cuanto a su capacidad lumínica. La restructuración será a partir de enero de 2019 y contempla mayor eficiencia energética con proyectores LED de bajo consumo, controlables a remoto y con mejor óptica y rendimiento. También habrá mayor confort lumínico al implementarse más rieles en distintos puntos de la sala, lo que permitirá tener más cobertura de iluminación y mayor versatilidad.

En plazas, se instaló una nueva señalética que promueve el respeto mutuo de todos los usuarios.  Se llama a moderar el volumen de la música, a no hacer actividades que dañen a otros, denunciar el acoso o actitudes sospechosas, entre otros vitales mensajes.

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