Al recibir financiamiento público en más de un 70% de nuestro presupuesto total, estamos obligados a someternos a la normativa que establece la Contraloría General de la República, como por ejemplo, cumplir con ciertos estándares en la contratación de servicios.
En ese contexto, el 31 de diciembre de 2019 vence el contrato con la empresa actual de aseo, escenario que nos posibilitó elegir una nueva empresa de limpieza que fue elegida después de llamar a licitación privada.
Hemos tomado esta decisión por considerar que la nueva empresa tiene experiencia en tener buenas relaciones con sus trabajadores y fue la que presentó la mejor oferta en cuanto a maquinarias, supervisión, calidad de servicios, entre otros puntos.
Nos reunimos con la empresa que se adjudicó el servicio y le solicitamos que entrevistara a todas las personas que prestaban el servicio de aseo en la empresa anterior, para poder eventualmente contratarlas. A varios de ellos, cuyo contrato termina en diciembre, la empresa antigua los reasignó a contar del 01 de enero de 2020 a otros lugares para que sigan cumpliendo sus labores. La empresa nueva, por su parte, contrató a 7. De esta forma, de 29 trabajadoras y trabajadores 24 continúan trabajando, varios con mejores ofertas que las que tenían.
Como centro cultural que es una corporación de derecho privado sin fines de lucro que rinde el 70% de sus gastos al Ministerio de Cultura, las Artes y el Patrimonio, gastos que deben relacionarse con actividades vinculadas a la cultura y las artes, se nos hace imposible contratar 61 personas en aseo y guardias. De hacerlo, como lo solicita el Sindicato de GAM, aumentaríamos la dotación de nuestro personal en un 60%. Si a ello sumamos que tendríamos que comprar maquinaria de industria y asumir el costo administrativo, tendríamos que adicionar 630 millones de pesos a nuestro presupuesto anual (321 sólo en el caso de aseo), algo que está absolutamente fuera de nuestras posibilidades.
Hemos logrado tener muy buenas condiciones laborales para nuestro equipo que lo conforman 100 personas, quienes tienen buenos beneficios y un sueldo mínimo de $600.000. Lo hemos conseguido en conjunto y en 8 años, no es un proceso rápido.
Otras organizaciones han internalizado sus servicios, ejemplos que nos parecen inspiradores, pero que se alejan de nuestras condiciones actuales, especialmente por la diferencia con nuestro salario mínimo y por la estructura organizacional.
El país está en un contexto de cambio, esperamos ser parte activa de ellos, sin exclusiones de ningún tipo, sin juicios y con transparencia. Creemos que en conjunto con otras instituciones laborales, artistas, trabajadores y proveedores podremos tener una mirada global para maximizar los esfuerzos y adquirir una experiencia de gestión distinta a la que tenemos hoy en un largo plazo.
Fecha de publicación: 27 diciembre, 2019