Sobre el espacio escénico el público puede dejar sus recuerdos en una máquina de ensueño instalada en el escenario. Estos se convertirán en una composición musical durante la obra.

Basado en el monólogo del autor Matin Soofipour Omam, que habla sobre el proceso de duelo al dormir, tres músicos y una actriz viajarán a través del inconsciente. En el escape de un mensaje doloroso, se van sumergiendo cada vez más en sus propias mentes, un espacio que resulta familiar a cualquiera que sepa soñar, ya sea con ser pereguido por un animal malvado o perder a alguien a quien se teme perder.

¿Qué revelan los sueños sobre nosotros? ¿Qué pasa con nuestros sueños si una crisis global interrumpe la realidad y la pone patas arriba? ¿Compartir sueños puede servir como “moneda de cuidado” creando nuevas conexiones entre personas, cuando los cuerpos deben permanecer físicamente distanciados? Estas son algunas de las preguntas que explora Dream Machine (La máquina de sueños).

Incluyendo las voces de la cabina telefónica y los mensajes de sueños de todo el mundo, la actuación musical de este montaje celebra lo imaginario, superando las fronteras entre el sueño y la realidad, la canción y la palabra hablada, el electro y el jazz.

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