Escrita y dirigida por Andrea Giadach,  la obra muestra el encuentro de dos mujeres que habitan el mismo dormitorio en 1891 y 2042. Catalina Saavedra, Lorena Ramírez y Américo Huerta integran el elenco del montaje de ciencia ficción. 

Chile, 1891: En un país en cambio, Rosario, una mujer aristócrata y conservadora, se debate entre ideas emancipadoras y su realidad. Chile, 2042: Internet ha colapsado y Rocío, una ciberactivista sobreviviente de la represión, vive perseguida.

Las dos mujeres habitan tiempos muy distintos, pero el mismo espacio: un dormitorio en el que un día se abre un portal que les permite encontrarse y cuestionarse. Es en ese significativo momento de contacto ocurre
Penélope ya no espera, obra de ciencia ficción escrita y dirigida por Andrea Giadach (Mi mundo patria).

Catalina Saavedra y Lorena Ramírez representan a estas dos mujeres en tiempos muy distintos, lo que las enfrenta al desafío actoral de compartir el escenario la mayor parte del tiempo sin mirarse a la cara. “El futuro está puesto en el lugar distópico, es decir Rosario (Saavedra) es la utopía, la fe ciega en el progreso y Rocío (Ramírez), en cambio, es nuestro futuro nacional extremado en cuanto a la censura y la supremacía de las potencias económicas por sobre el bien común”, cuenta Andrea.

A través del retrato de nuestro pasado y del futuro cercano, la obra cuestiona el presente, explorando en la distancia que existe entre las ideas y las prácticas, y en la importancia de nuestras acciones y relaciones en la construcción de la realidad.

“La paradoja de modernidad, de progreso y diferencia de clase me interesó en el pasado. En el futuro en cambio, tomamos el tema de la comunicación virtual. La relación con el otro es muy distinta, es otra la relación con el cuerpo, el tiempo y el espacio, y también aparece el aspecto normativo; se dosifica la información para mantener un statu quo”, explica la directora. 

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