Futuro esplendor

Víctor Castillo

El artista chileno se centró en arte e intervención pública, según el espíritu de UNCTAD III. Con acrílicos en mano, Castillo es fiel a su estilo con referencias constantes al mundo del cómic y en especial al cartoon televisivo de su infancia.

Los originalmente inocentes caracteres se convierten en juguetes bélicos que, con ironía y sarcasmo, se ponen a su servicio para describir la violencia inherente al hombre, la hipocresía en la política, el racismo y la manipulación de la información.

“Utilicé imágenes extraídas de dibujos animados y antiguas caricaturas a modo de collage, para construir una escena narrativa. El humor y la ironía forman parte importante de mi trabajo. Se trata de unas fauces enormes que parecen engullir todo en cuya larga y extensa lengua se desarrollan distintas escenas que se conectan entre sí. Jóvenes marchando en lo que parece un carnaval o una protesta, un lobo vistiendo un traje de cordero, un ratón que representa a los más ricos pidiendo silencio entre tanto alboroto. Todo inspirado en los cambios e inquietudes sociales que veo presentes en el chile actual y que también son parte de una crisis social y económica global. Es el sistema que se niega a cambiar frente a los movimientos sociales, mientras los políticos visten para la ocasión ocultando sus verdaderas intenciones y los dueños del capital se niegan a escuchar. El mural es una visión tragicómica del contexto contemporáneo y una invitación para brindar mayor libertad de creación para nuestros brillantes jóvenes.”

— Víctor Castillo.

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